Para Nano las Navidades pasadas fueron muy tristes, el día  24/12 vagaba por las calles hasta que fue recogido y encerrado en una jaula.

En el poquito tiempo que lleva en la Protectora ha demostrado ser un buen perro, ya que convive con una hembra de carácter fuerte y es muy paciente con ella. 

Cuando sale a pasear, busca su compañía y disfruta de esos momentos a su lado, aunque a veces se distrae y va a su aire, explorando el mundo con curiosidad. Aún no lo conocemos del todo y ojalá nunca lleguemos a conocerlo en profundidad, porque eso significará que ha encontrado un hogar definitivo, el lugar al que realmente pertenece.

Es imposible no enamorarse de su dulce mirada y esas caritas que sabe poner llenas de ternura y esperanza. 

Nano merece una segunda oportunidad y un hogar lleno de amor y calidez. Si sientes que puedes abrir tu corazón y tu hogar a este hermoso perro, no dudes en hacerlo. Tu puedes cambiar su historia.