Sula no ha tenido suerte en la vida y a sus 3 años se ve viviendo entre rejas. Vivía con otro macho en un terreno al que sus tutores iban a darles de comer, pero por circunstancias ajenas a ella ahora su vida transcurre en una jaula a la espera de encontrar una familia que le de amor y le ofrezca el cariño de un hogar. Su compañero de vida tuvo más suerte y ya disfruta de una casa y ahora Sula espera su oportunidad..

Hace poco que llegó a nosotros, en este poquito tiempo hemos podido ver que Sula es sociable, ahora convive con otro macho, también muy bueno y paciente (Pingüí).

Le gusta siempre estar en compañía, es una perra activa que necesita paseos y juegos. No se trata solamente de  pasear, los juegos de olfato son también importantes. 

Esta perrita necesita que le dediquen tiempo y que le enseñen todo lo que no ha tenido la oportunidad de aprender hasta el momento.

Deseamos de corazón que pronto alguien se fije en ella y se enamore de nuestra pequeña