Un día cualquiera, a las 7 de la mañana, cuando nos disponíamos a empezar nuestra labor diaria, nos quedamos perplejos ante la escena: allí estaban dos criaturas inocentes de tan sólo 11 mesecitos, dejadas en condiciones lamentables con esa mirada mezcla de pánico y tristeza y encima enfermos. 

No es la primera vez que nos encontramos con algo así, pero seguimos sin acostumbrarnos a este tipo de fechorías… Por suerte para ellos, en seguida fueron atendidos por nuestros trabajadores y veterinaria, han pasado unos días en cuarentena, se han recuperado totalmente y por fin pueden ser adoptados. 

PIMIENTO  es intrépido e inquieto, sólo tiene ganas de diversión y cualquier movimiento le parece una invitación al juego, algo totalmente entendible a su edad.

Pasea bien con correa, va oliendo y explorando, cosa que favorece los paseos y una buena forma de relajarse. 

Con esta edad cualquier perro es un torbellino de emociones, por eso hay que tener en cuenta que la persona que los adopte necesitará tiempo para dedicarles.

Esperemos que no pase mucho tiempo encerrados, merecen una oportunidad y una vida llena de aventuras.