Hola soy Nino y a pesar de mi aspecto soy de los gatos más abueletes de la protectora.

Y cómo puede ser os preguntareis?

Pues porque me adoptaron de bebé, y después de muchos muchos años me devolvieron a la protectora...

A las voluntarias les dio una pena horrible ver que estaba escondido en mi jaula de cuarentena y no quería comer. 

Por eso una voluntaria decidió llevarme a su casa a ver si me adaptaba y de esa manera tener una vida tranquila. 

El problema es que durante toda mi vida había sido hijo gatuno único y claro en esa casa no iba yo a ser el rey del mambo y eso complicó la situación. 

Tenían que mantenerme aislado en según qué situaciones porque cuando me enfado o cuando me hacen algo que yo no estoy del todo conforme muerdo y araño un poco.

Algo debió pasar en mi pasado para que me comportara de esa manera, y algo que se debió repetir durante mucho tiempo. Pero desde que volví a la protectora y aunque siguen sin gustarme los otros gatos, poco a poco me voy tranquilizando.. Tengo una edad y cada vez soy menos guerrero. Sigo siendo un gruñoncete pero me gustan las caricias y la tranquilidad así que no pierdo la esperanza de que alguien me de el espacio que pido y me lleve a su hogar.