Rafaela es una gata tranquila. No le molestan los humanos pero no le apasionan, eso sí, sin que la toquen. Con los gatos si quiere contacto y su compañia, convive con muchos en la prote y es cero conflictiva. Llegó siendo una mami y se ha quedado en el olvido...

La protectora y el encierro le están pasando factura y en los últimos meses la hemos notado desmejorada, por lo que la tenemos en observación y procuramos alimentarla bien para que coja fuerzas pero sabemos que en una casa se recuperaría mucho mejor. Quieres ser tú quien le de una oportunidad?